En el centro de Andalucía, entre las cuatro provincias centrales (Málaga, Córdoba, Sevilla y Granada) y se presenta a la misma distancia de las dos capitales más alejadas, 250 kilómetros existen entre Huelva y Antequera y entre Almería y la malagueña ciudad.
Su nacimiento crea dudas, ya que a pesar de que hay restos con más de 4.000 años de antigüedad, no obstante su conjunto de dólmenes es el mejor conservado y con más valor de Andalucía y de la Península Ibérica; a pesar de ello, se toma la fundación de la ciudad romana Antikaria como fecha de nacimiento de Antequera. Durante el período andalusí, Antequera tomó el nombre de Medina Antikaria, si bien empezó a tomar importancia tras la reconquista cristiana, cuando la ciudad fue frontera entre el reino cristiano y el reino musulmán. Por la ya mencionada posición céntrica de Antequera, la ciudad se convirtió en un importante centro comercial tras la Reconquista, consiguiendo crecer económicamente. Con un crecimiento paralelo al resto de Andalucía hasta el siglo XIX, la industrialización le jugó una mala pasada: primero potenciando su economía con las famosas "mantas de Antequera" para luego, como es conocido, se llevarán todas las industrias textiles a Cataluña, no dejando otra elección a la ciudad que volver al sector primario. Actualmente, Antequera vive de los dos sectores que más expansión tienen en Andalucía: el sector primario y el sector de servicios, especialmente el turismo. Cabe destacar a Antequera como una de las poblaciones por las que pasa La ruta de Washington Irving.
Históricamente, Antequera supuso uno de los primeros pasos para el nacionalismo andaluz, puesto que allí se constituyó la Constitución Federal de Antequera, una constitución del Estado andaluz para pertenecer a una federación de repúblicas. Por este motivo, Antequera solicitó la capitalidad de Andalucía, que perdió en votación frente a Sevilla.
Como curiosidad, cabe mencionar una frase del dicho popular: "Salga el sol por Antequera", frase cuyo origen es "Salga el sol por Antequera y póngase por donde quiera", atribuida a los Reyes Católicos en su invasión a Granada. En ese momento, Antequera estaba al Oeste, y era imposible que por ahí saliera el sol, la ironía de la frase muestra despreocupación por las consecuencias de un hecho.
1 comentario:
La frase en realidad se le atribuye a Fernando de Trastámara, Infante Regente de Castilla y luego Rey de Aragón, conocido como Fernando de Antequera. Quien se supone que la pronunció en 1410, al atardecer de una jornada en su camino desde Sevilla a Antequera, a donde se dirigía para reconquistarla a los moros, pues su intención era que tras toda la noche de marcha les amaneciera a las puertas de la ciudad. La frase exacta al parecer fue "Que nos salga el sol por Antequera, y que sea lo que Dios quiera".
Más que manifestar despreucupación por las consecuencias de una acción, lo es por sus peligros,o al menos originariamente expresaba arrojo.
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