Hoy, 4-D, un día que para muchos andaluces no deja de ser una fecha más, anestesiados por la plutocracia, cansados de los políticos, de los poderes y de las oposiciones a lo Buster Keaton. Para muchos jóvenes, también es un día normal, en sus clases apenas atienden y tienen ganas de irse a casa, y pronto queda el puente de la Constitución; también la culpa es de la Consejería de Educación, donde no se presiona para que los andaluces estudiemos la historia de Andalucía. Pero para otros muchos, el 4-D supone uno de los días grandes de Andalucía, el día en que más de dos millones de personas en toda nuestra tierra salieron a la calle de las principales ciudades para luchar por nuestros derechos, unos derechos arrebatados por el centralismo y que desde el centro se nos querían negar a pesar de que a otros pueblos del norte les dieron todos los privilegios (¿verdad Navarra?), esta es la España de la igualdad que dicen los políticos de la derecha, la España solidaria. El 4D, el día del pueblo andaluz.


Cabe destacar también el papel de la UCD, en esos momentos en el poder y en contra de Andalucía, no solo para no darle la autonomía y el reconocimiento como nación histórica, sino que además deseaban separarla, intentando provocar enfrentamiento entre Jaén, Granada y

Lamentablemente, treinta años después solo podemos recordar esta fecha, Andalucía se encuentra como antes de esa manifestación: atada y vasalla, pero además narcotizada y sin un futuro esperanzador, aceptando todo lo que diga Chaves (ya sea pedir menos dinero si está el PSOE en el gobierno central por la deuda histórica, ya sea eliminar medio campo andaluz por orden de Bruselas para que otros tengan más ganancias). Por eso, Andalucía, recuerda lo que fuiste, recuerda que hiciste y ¡¡levante!!
Era un cuatro de diciembre
cuando tomamos la calle.
Era un cuatro de diciembre
cuando dijimos que verde y blanca
era nuestra sangre.
Andaluces levantaos,
desde el trigo hasta la mar.
Un cuatro de diciembre
luchamos por nuestra gente,
España y la humanidad.
Días de guerra,
de fascistas en la acera
rezando a su dictador.
Tarde de espanto
Málaga entera llorando
mataron a Caparrós, Caparrós.
Y las cadenas,
cayeron nuestras cadenas
y bailaron las estrellas,
suspiraron los abuelos,
no había ya en el mundo entero
un batallón que nos pudiera.
Y las cadenas,
y el sudor de nuestra frente,
tó pá los terratenientes
pá que hicieran la faena.
Rojos contra la pared,
Blas Infante por los muros.
No al 143, si al 151.
¿Cómo se puede olvidar?
libre, libre, para siempre,
qué bonita Navidad
de aquel cuatro de diciembre.
Los piratas, comparsa de los Carnavales de Cádiz en 1998
Raza Mora
1 comentario:
Enhorabuena por el artículo. He reconocer que no conocía este capítulo de la historia de Andalucía.
Tengo la sensación de que tratan de hacernos olvidar, de evitar que recordemos nuestro pasado, el pasado de este pueblo que, aún hoy, carece de libertad.
"Andalucía, recuerda lo que fuiste, recuerda que hiciste y ¡¡levanta!!"
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